Quisiera ser tu riñón para
Estar siempre contigo.
Quisiera ser tu sangre, para
Quitarte la amargura que hay en ti.
El don de la sabiduría, que naciste
Tú con él, porque como tú no hay
Nadie que me enseñe a valorar la vida.
Té quiero y no dejo de quererte,
Porque tú eres mi segundo
Padre.
martes, 20 de julio de 2010
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